La cirugía periodontal es un conjunto de procedimientos quirúrgicos destinados a tratar enfermedades que afectan a las encías, estructuras y tejidos de soporte de los dientes. Algunas de las patologías que se pueden corregir a través de esta intervención son la gingivitis y la periodontitis, ambas condiciones inflamatorias que pueden conducir a la pérdida de tejido gingival, destrucción del hueso alrededor de los dientes y, en última instancia, la pérdida dental.
Si quieres saber más sobre este tipo de cirugía, te invitamos a que nos acompañes en las siguientes líneas. A continuación veremos los diferentes mitos que se han creado en torno a ella, y lo más importante: ¡Vamos a aclarar la verdad sobre la cirugía periodontal!
¿En qué consiste la Cirugía Periodontal?
Los procedimientos de cirugía periodontal comunes incluyen curetaje y alisado radicular, donde se limpian las raíces de los dientes para eliminar el sarro y la placa acumulada; colgajos gingivales para acceder a las áreas afectadas y eliminar el tejido dañado; injertos de tejido para corregir la recesión de las encías; regeneración ósea, que estimula el crecimiento del tejido óseo y restaura la estructura de soporte; o injertos de encías para corregir defectos en la forma o la cantidad de encía.
La cirugía periodontal no solo busca tratar las condiciones existentes, también preservar la salud bucal a largo plazo. Por este motivo, la prevención y la detección temprana de problemas periodontales son esenciales para evitar la necesidad de cirugía periodontal. Las visitas regulares al dentista y una atención adecuada a la higiene oral son fundamentales para mantener la salud de las encías y prevenir complicaciones periodontales.
Es esencial destacar que la decisión de optar por la cirugía periodontal se toma después de una evaluación exhaustiva por parte de un periodoncista. Este profesional considerará la gravedad de la enfermedad, la respuesta a tratamientos no quirúrgicos y otros factores individuales antes de recomendar la cirugía periodontal.
Desmitificando la Cirugía Periodontal
A pesar de ser una intervención sin apenas complicaciones, existen diferentes mitos que giran en torno a ella. Es importante separar la realidad de la ficción para alcanzar una comprensión clara y tranquilizadora sobre el tema. ¡Acompáñanos en los siguientes párrafos para conocer la realidad de la cirugía periodontal!
Mito 1: La cirugía periodontal es dolorosa
Si bien hasta hace unos años la cirugía periodontal resultaba dolorosa o molesta para los pacientes, esto es algo que ha cambiado con el paso del tiempo.
Los avances tecnológicos, las nuevas técnicas quirúrgicas y la evolución en métodos de anestesia han propiciado que la cirugía periodontal sea cada vez menos incómoda para el paciente. Incluso para aquellos con el umbral del dolor más bajo, se pueden recetar analgésicos para controlar cualquier molestia tras la intervención, una vez pasados los efectos de la anestesia.
Mito 2: La cirugía periodontal es siempre la última opción
Uno de los mitos más comunes sobre la cirugía periodontal es que es el último recurso, y se considera solo cuando otras opciones de tratamiento han fallado. En realidad, la cirugía periodontal se reserva para casos más avanzados, aunque no siempre es la última opción y puede ser recomendada en diferentes situaciones.
En casos donde hay defectos anatómicos o estéticos que no se pueden abordar completamente con tratamientos no quirúrgicos, la cirugía periodontal puede ser una elección estratégica desde el principio. Los procedimientos quirúrgicos, como injertos de encías o regeneración ósea, pueden ayudar a corregir problemas estructurales y mejorar la apariencia estética de las encías.
Mito 3: La cirugía periodontal no es necesaria si no hay dolor
A pesar de que las enfermedades periodontales suelen ser indoloras en las etapas tempranas, la ausencia de molestia no siempre significa la inexistencia de problemas. En Centro Dental Base recomendamos que no dejes pasar por alto estos casos, por eso hacemos una evaluación regular para poder detectar y tratar patologías antes de que avancen.
Mito 4: La cirugía periodontal no es efectiva a largo plazo
Cuando se realiza correctamente y se sigue un buen cuidado bucal, la cirugía periodontal puede ser muy efectiva a largo plazo para tratar enfermedades relacionadas con las encías y mejorar la salud bucal. Sin embargo, más allá de una intervención exitosa, la verdadera clave reside en el cuidado tras la cirugía por parte del paciente.
Mito 5: La cirugía periodontal siempre causa retracción de las encías
Los procedimientos modernos tienen como objetivo preservar y mejorar la estética dental. En esta misma línea, la cirugía periodontal puede corregir problemas como las encías demasiado altas o bajas. En la mayoría de casos, además de corregir un problema se busca mejorar la apariencia de las encías.
Mito 6: La recuperación de la cirugía periodontal es larga y difícil
Como ocurre después de cualquier tipo de operación, la recuperación del paciente puede variar según el tipo de procedimiento. Sin embargo, en muchos casos, los pacientes pueden volver a sus actividades normales en unos pocos días. Por su parte, el seguimiento de las indicaciones postoperatorias es crucial para una recuperación exitosa.
En cualquier caso, es importante hablar con un periodoncista para obtener información específica sobre el estado de salud bucal de cada persona y determinar la necesidad de la cirugía periodontal. Esto requiere una evaluación por parte de un profesional de la salud bucal, preferiblemente un periodoncista que realice un examen completo de la boca del paciente para evaluar la salud de las encías y el hueso dental.
Por su parte, es importante tener en cuenta el historial médico y dental, pues factores como antecedentes de enfermedades periodontales, hábitos de higiene oral, y condiciones médicas subyacentes pueden influir en la decisión de realizar una cirugía. Una vez analizado el contexto del paciente, el ortodoncista puede realizar exámenes clínicos y solicitar radiografías para evaluar la cantidad de pérdida ósea y la extensión de la enfermedad periodontal. Estas herramientas ayudarán a determinar la gravedad del problema.
Tras evaluar la situación, el periodoncista expondrá las opciones de tratamiento disponibles. Esto podría incluir intervenciones no quirúrgicas, como la terapia de raspado y alisado radicular, o procedimientos quirúrgicos, como la cirugía de injerto de encías o regeneración ósea. Para ello, se tendrán en cuenta factores individuales como la salud general, el estilo de vida y las preferencias antes de recomendar la cirugía.
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